Una investigación encargada por Hanwha Vision revela lo importante que es para los usuarios que las cámaras de vídeo que adquieren sean producidas por un fabricante acreditado y se utilicen de manera responsable.
El estudio fue realizado por Research Without Barriers (RWB) a través de Internet, y todas las consultas se realizaron entre el 28 de noviembre y el 14 de diciembre de 2022. La muestra consistió en 601 directores de seguridad de empresas con más de 150 empleados en el Reino Unido, Países Bajos, Italia, Alemania y Francia.
Casi las tres cuartas partes (73 %) de los responsables de seguridad europeos creen que es importante adquirir sus cámaras en fabricantes que defienden el uso responsable de la tecnología de seguridad, mientras que el 86 % cree que la tecnología de vigilancia, como las cámaras de vídeo, debe ser utilizada de forma responsable.
“Tal como hemos visto en los mercados de tecnología de consumo, los usuarios de cámaras de vídeo comerciales buscan algo más que ahorrar dinero: quieren asociarse con marcas que den prioridad al uso responsable, la seguridad de los datos y la fabricación ética”, dijo Uri Guterman, director de producto y marketing de Hanwha Vision Europe.
Las autoridades europeas han advertido acerca de los riesgos asociados al uso de equipos de videovigilancia de ciertos fabricantes por temor a que la tecnología plantee un riesgo de seguridad y afirman que las cámaras se han utilizado de manera poco ética en algunos países. En 2021, el Parlamento de la UE votó a favor de retirar las cámaras de un fabricante de los edificios parlamentarios en respuesta a las continuas acusaciones de uso poco ético de las cámaras de dicho fabricante.
Quizás reconociendo estos temores, la investigación reveló que casi uno de cada dos responsables de seguridad espera que una legislación similar a la NDAA (Ley de Autorización de Defensa Nacional) de los EEUU, que restringe la venta y el uso de la tecnología de vídeo de ciertos fabricantes, se convierta en ley en su propio país en algún momento. De hecho, el 42 % está de acuerdo en apoyar la promulgación de una ley similar a la NDAA en su propio país.
El estudio también revela que el 44 % de los responsables de seguridad pueden distinguir entre proveedores y fabricantes de seguridad a partir de su posición sobre el uso ético de la tecnología de vigilancia. Esto puede socavar cualquier intento por parte de las marcas de mala reputación de minimizar las amenazas de seguridad y el uso poco ético asociado a sus cámaras.
“Lo mismo que ocurre con otros sectores tecnológicos, soplan vientos de cambio en la industria de la videovigilancia”, dijo Guterman. “Como muestra claramente nuestra investigación, si bien los desarrollos como la Inteligencia Artificial integrada en las cámaras hacen que los sistemas de cámaras de vídeo sean más avanzados y capaces, los usuarios quieren equilibrar la mayor información y el control que obtienen mediante esta tecnología con la seguridad de que se utilizan y suministran de manera responsable”.
Al comentar sobre la intensidad con que se expresaron los responsables de seguridad en el estudio, Guterman hizo un llamado a la industria en su conjunto para cumplir con los requisitos de los usuarios: “El crecimiento de la industria de seguridad europea y el éxito en la implantación de tecnologías de vídeo que van más allá de las aplicaciones de seguridad típicas, para ofrecer eficiencias comerciales más amplias, depende de que los fabricantes e instaladores acepten las peticiones de los usuarios respecto a la responsabilidad en la utilización. Es hora de que la industria de un paso adelante”.
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